domingo, 25 de julio de 2010

Sobre la coalición UPN-UPyD.

Pasada ya la primera polvareda levantada a raíz de nuestra reunión con el Presidente de Navarra, donde nos solicito una coalición, cuando ya no hay titulares de prensa ni declaraciones sobre el asunto, es el momento de la reflexión.
Iniciemos esta a partir de la última versión que Miguel Sanz dio a unos periodistas de un canal televisivo local, con un pañuelo rojo de fiestas al cuello, que le daba un toque festivo y alegre a su indumentaria elegante, seria y formal. "Yo lo que les quise transmitir, dentro de una reunión protocolaria, es el hecho de que se integraran en UPN"
Es cierto que la reunión tenia un origen protocolario, no se planteó como un encuentro de contenido político, donde fuéramos a tocar asuntos prácticos de ninguna índole. Desde el principio, en la solicitud de entrevista por nuestra parte, dejábamos bien claro la intención de un encuentro amistoso, de mera cortesía de presentación, para anunciar nuestra participación en las elecciones del año próximo. Fue durante la misma, dentro de un ambiente muy cordial y distendido, cuando él se salió de ese protocolo, es decir lo rompió, para ofrecernos esa coalición UPN-UPyD que tanto ha sorprendido a la sociedad Navarra, principalmente a los votantes de UPN. Siempre he pensado, como la reina de Inglaterra cuando se salto el protocolo en un restaurante español en una visita oficial a España en compañía de nuestra familia real, y tuvo la valentía de repetir postre, que el protocolo esta hecho para saltárselo, es decir para romperlo, exactamente como hizo Miguel Sanz al introducir una propuesta de coalición dentro de esa reunión protocolaria.
Evidentemente, agradecimos y rechazamos inmediatamente la propuesta. Pero no sólo porque la intención de UPyD es participar de manera independiente en todas las elecciones en que tome parte, sino ¡porque es imposible que UPyD quepa en UPN! Imposible integrarnos, porque eso sería como pretender meter el agua de una piscina en una botella de litro y medio. Pretender que un partido de ámbito regional integre en sus filas a uno de participación nacional, es no querer ver la realidad.
UPyD apenas cabe en España y se desborda su mensaje democrático, derribando diques de contención; hacía Cuba donde ha realizado una importante campaña de apoyo a la oposición democrática al régimen Castrista. O hacia el Sahara, lugar donde la falta de solidaridad y justicia de distintos gobiernos españoles ha dado lugar a una situación de la que España no puede mostrarse indiferente. También en Europa, a cuyo parlamento en Bruselas, UPyD llegó a través de la voz de Francisco Sosa Wagner, persona que recoge perfectamente esa intención de unir a todos los europeos bajo una igualdad jurídica que garantice nuestros derechos como europeos. Parlamento este, al cual UPN, desde su prisma regionalista, ni siquiera pretendió el intento de acceso, siendo en este caso, muy conscientes de su tamaño.
Pero volviendo a el escenario de la política en España, podemos asegurar que el regionalismo ha tocado techo. Una opción política que vive su presente en Navarra, como el Carlismo vivió el suyo en su momento, abocada a la desaparición y a una mera presencia, nostálgica y testimonial en un futuro más o menos próximo. Es evidente que el futuro político de Navarra, será otra cosa que la opción cerrada de un regionalismo que pretende mantener sus diferencias en un entorno cada día más abierto y amplio. Donde se de el caso de navarros que quieran una sanidad igual en Pamplona que en otros lugares de España. Que su ilusión no sea la de empezar un viaje por una carretera de cuatro carriles y terminarla en una de dos, sino que el viaje sea lo más homogéneo posible desde su inicio hasta el final, a pesar de que este pueda terminar fuera de nuestra Comunidad. Navarros que ahorrando en una cuenta-vivienda, puedan decidir en que punto de España invierten ese dinero, según sus necesidades de vida; en Navarra o en cualquier lugar sin ver mermados sus derechos. O a trabajar sin ningún tipo de marginación o privilegio en todo el territorio nacional.
Para terminar, dos cifras, nunca serán más de 100.000 los votos de UPN. Pero ¿y los de UPyD? Yo creo que la sencilla formula de plantear una política razonada a cada situación, sin condicionantes de la rigidez izquierda-derecha, conscientes de que el centro no quiere decir nada en muchos casos, y sobre todo cuando la intención de aplicar estas decisiones puntuales a toda España por igual, es apreciada por los ciudadanos españoles, cansados de años de unos políticos que se mantienen en el enfrentamiento izquierda-derecha. Así que calculo en unos 15.000.0000 de votos los que puede recibir UPyD en España, ya ven, difícil integrarlos en un recipiente tan pequeño como el que nos propuso el Presidente de Navarra.

Miguel Zarranz.

1 comentario:

  1. Es probable que Sanz, sin leer entre líneas ni consultar a nadie, haya caido en el error desde su "posición endiosada", de considerar como buen "caciquillo" que a estas dos personas sencillas y honestas de UPyD "me las meriendo" con cuatro afirmaciones y tres risas paternalistas.

    Tanto UPN como el recien nacido PP en Navarra, incuyendo al PSOE navarro, tienen un problema porque muchos de sus militantes o simpatizantes acabarán de un modo u otro dando "ocasionalmente" el voto a UPyD en un futuro inmediato, sobre la base de que va a gestionar de modo limpio y honesto su voto para conseguir que la generosidad propia de Navarra nos lleve a todos a poder ceder, es un ejemplo, derechos forales mientras nos atrevemos a pedir a otras autonomías que renuncien a competencias cuya unidad nunca debió cederse desde el estado-ejem educación-, o para buscar cambios en la ley electoral y una racionalización de esta casa de locos insolidarios en que se está convirtiendo España como resultado de estrategias pulcramente diseñadas por el naionalismo para llegar a que todos pidan todo.

    Es curioso cómo el Estatut y la deriva nacionalista del pais vasco y cataluña, están condundiendo a mucha gente sana en distintas zonas de España, llevándoles a argumentos como "ellos quieren ser nación, pues con más motivos mi comunidad, porque fuimos reyno..", o por cualquier circunstancia histónica, remontándose a cualquier momento de nuestra rica historia.

    No se trata de que "como los nacionalistas son profundamente insolidarios y oportunistas" debamos plantear el "y yo mas", sino de no caer en sus estrategias de ruptura y aclarar que hay mas catalanes que no quieren sus ideas que los que son independentistas, por hablar de una autonomia concreta.

    Siguiendo el hilo de la "propuesta arrogante y paternalista" de Sanz, podría haber recibido algún aviso acerca de si el futuro no traerá lo contrario, es decir, que muchas gente valiosa de UPN se de cuenta de que es UPyD quien mejor puede gestionar una regeneración, y desde su mayor amplitud de miras (nacional e internacional)logre lo contrario de lo que Sanz pedía graciosamente a los responsales de UPyD de Navarra.

    Felicitaciones por el artículo y por haber mostrado ante Sanz toda la limpieza y honestidad que UPyD lleva, aunque eso facilite que se equivoquen considerándonos irrelevantes o poco consistentes.

    Como mensaje a navegantes de otros partidos e insttuciones que están siendo visitadas elegantemente: !No confundan la sencillez, limpieza y honestidad de UPyD con debilidad o falta de determinación ! Avanti UPyD !

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