En política hay muchas visiones de la realidad, propuestas a futuro y versiones del pasado. Quizá tantas como personas. Pero hay un escenario en el que solo hay dos opciones; o se está en el gobierno, o se está en la oposición. El número de personas en el gobierno es algo limitado, pongamos que las sillas tienen un nombre asignado en su respaldo, y no puede ser ampliado. Además, excepto en casos de coaliciones o tripartitos, se concentra en un solo partido. La oposición es otra cosa. Nunca se limita a un solo grupo, es algo del resto de formaciones políticas que no han tenido la suerte de ganar unas elecciones. Pueden ser radicalmente contrarias, tener un discurso teológico o una posición claramente laica. Comunistas o capitalistas, centralistas o periféricos. Altos o bajos. Pero sin duda estarán en el lado del mostrador donde se agrupan los que no gobiernan.
En este momento el PP y UPyD, forman parte del pelotón de oposición. En Navarra coincidimos además en no tener representación parlamentaria. Seguramente, el año que viene estaremos con el PSOE en el parlamento nacional. Dentro de unos años UPyD estará solo, porque PP y PSOE coincidirán en estar los dos fuera del gobierno; seguro que entonces, la presidenta de España será Rosa Díez. Estaremos en el lado del mostrador en el que la responsabilidad es gobernar.
Mientras llega ese momento, hay que hacer oposición. Es decir, criticar lo que nos parezca mal hecho por parte del gobierno, y proponer soluciones alternativas. Algo fundamental para el equilibrio democrático. Es preferible tener ideas propias, que serán las que los ciudadanos elijan, cuando lleguen las siguientes elecciones. Es el caso de un partido con ideas y sin ideología, como UPyD.
Por ejemplo, UPyD tiene una opinión sobre el coste del Estado Autonómico y aporta unas soluciones. Y aquí en Navarra las copia ¡Hasta el presidente de la Comunidad Foral! Que después de muchos años de gobierno, no se había percatado de que las duplicidades de competencias, era algo caro y poco práctico. Tanto ha sido su énfasis en denunciar el error, que ha indicado que también se dan triplicidades, en las funciones de la administración. Claro, la copia tiene que destacarse del original, si no puede ser por calidad, que por lo menos lo haga en cantidad.
Los restantes responsables de los partidos políticos en Navarra, se han apresurado a confirmar la situación. Muy bien ¡todos de acuerdo!.Puede resultar un poco aburrido, pero hay que intentar que la circunstancia nos lleve a alguna resolución práctica. Es posible ponerse manos a la obra, antes de las elecciones autonómicas de mayo, pero si la maquinaria es demasiado pesada, o está mal engrasada, y tenemos que esperar a la formación del nuevo gobierno que salga de dichas elecciones, habrá que tener paciencia, ¡qué le vamos a hacer!.
Yo voy a apuntar un caso de sobrecosto que en Navarra es evidente: la cantidad de ayuntamientos, casi uno por cada campanario que destaca en el horizonte de nuestra comunidad. Contamos con 273. Es decir el honorable cargo de alcalde, es tan frecuente en Navarra, que podríamos crear una facultad para la formación de alcaldes, subvencionada con fondos estatales.Solo con los autóctonos, tendríamos garantizado el éxito del proyecto. Pero, como parece que las arcas públicas están bastante exiguas, es preferible desarrollar esa concordia, sorprendente coincidencia en el diagnostico actual, y reducir el número de ayuntamientos en nuestra comunidad. Hay quien ya lo ha hecho sin la intervención del gobierno de Navarra, el caso de las dos Mutilivas, la alta y la baja, son el modelo a seguir para todo el Estado. Tenemos otro caso opuesto, Navarra es tierra de contrastes; Abaurrea baja no llega a 50 vecinos, y uno es alcalde. En Abaurrea Alta son menos de 200, y también tienen alcalde.
Es claro que las encuestas no vaticinan una victoria de UPyD en las próximas elecciones. Y por tanto es posible que para la siguiente legislatura, tengamos un gobierno conservador en Navarra, sea quien sea el partido encargado de formar gobierno. Estaremos atentos, y dentro de cuatro años, volveremos a contar alcaldes, es muy sencillo, veremos hasta donde ha llegado la intención y el compromiso de reducción del gasto. Comprobaremos si la propuesta de UPyD de reducir el número de ayuntamientos, recogida por el actual presidente de Navarra, con entusiasmo como idea propia, es llevada a la practica con la misma determinación.
Miguel Zarranz.
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