sábado, 14 de abril de 2012

Leyendo lo último de Aurelio Arteta


Uno de los principales motivos de mi afiliación a UPyD, tenía cierto toque egoísta: acercarme a personas que tuvieran más experiencia que yo en democracia y en valores democráticos para poder aprender. Y así, a partir de ahí, hacer política.
Tuve la suerte de coincidir muy de cerca con Aurelio Arteta y tratarle, además de leer sus libros, cosa que hace la lectura más interesante. Cuando lo leo, me parece oír su voz dando lectura al texto.
Estos días estoy leyendo “Tantos tontos tópicos”. Un libro escrito en breves capítulos, pero de muy intenso contenido, dedicado cada uno de ellos a analizar un tópico que atenaza nuestro lenguaje y nuestro razonamiento, impidiéndonos pensar. Instalándonos cómodamente en el tópico repetido por todos y aceptado por la mayoría, cortando toda posibilidad de ir un poco más lejos o de razonar una posible alternativa a lo que este nos da impuesto.
La intención de mi comentario, además de recomendar su lectura, es atreverme a proponer cómo hacerlo: con la mente despejada, es decir, no en ese momento en el que estamos a punto de caer rendidos por el sueño y tomamos el libro de nuestra mesilla de noche con la misma intención que el bote de las pastillas para dormir, si no cuando, algo que en mi caso no se da todos los días, uno tiene la cabeza con todas, o casi todas, las neuronas despiertas. No es hacer una crítica exhaustiva de su libro. Reconozco que algunos de sus capítulos, tienen un mensaje difícil de entender en una primera lectura. Tanto por su contenido como por el lenguaje utilizado. Pero más allá de esto si quisiera destacar un punto, de una gran sencillez (y perdón por citar de memoria pero, aunque sea torpemente, creo ser fiel al original que no tengo ahora a mano):
“Para que una sociedad funcione bien, solo es necesario que haya un pequeño grupo de ciudadanos que sean médicos, o carpinteros, o panaderos, pero es absolutamente imprescindible, que la mayoría, o todos, sean morales”
Esta reflexión me lleva pensar en la corrupción política, tan enraizada en los partidos políticos españoles, y en el esfuerzo que desde dentro tenemos que hacer para evitar que esta se dé.
O, empezando por el principio, educando a nuestros escolares en la asignatura “Educación para la ciudadanía” o en clase de música, cualquiera sirve.
Gracias, Aurelio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario